Rock y conciencia social
PorJorge Pedro Uribe
Rabioso y útil, el rock ha constituido una importante alternativa para manifestarse en contra de los fenómenos sociales más desfavorables, así como una valiosa herramienta para convocar a la cooperación y despertar conciencias, dejando un legado que va mucho más allá del placer auditivo.
El rock nació insurgente.
Y es que a los esclavos negros no les gustaba mucho eso de recoger plantas de tabaco, ni a los jóvenes blancos no ser tomados en cuenta, ni a john Lennon ten^ que despertarse^ temprano ( please don't wake me. don't shake me, leave me where I am. I'm only sleeping'). El descontento ha supuesto una cualidad prácticamente inseparable de las manifestaciones culturales del siglo pasado. El rock, desde luego, no podía ser la excepción. Su instinto básico continúa siendo el alivio; su propósito, una descarga del malestar, particularmente en Estados Unidos, una nación que no posee un "background" tan melódico como el de los países europeos, pero que sí contiene el caldo de cultivo ideal para la rabia más efervescente.
Particularmente, entre 1966 y 1974, los iconos más importantes del rock anglosajón comenzaron a mostrar otro tipo de inquietudes, de rebeldías.
Esta vez. contra las guerras. * las desigualdades sociales o los excesos de poder. Los músicos no paraban de emitir mensajes contra la guerra, el hambre, la descarada explosión del mercantilismo y el abuso de autoridad. Por otra parte, el rock ya había explorado, a través de personalidades como Bob Dylan y Lou Reed. su lado poético, serio.
El rock ya era Rock. Y el Rock, por naturaleza, se dedicaría, a partir de aquel momento, a revisar los anales de la sofisticación formal y de contenido, como hiciera Pink Floyd. por ejemplo. Todo estaba listo para que ese acné social, llamado Rock, se pusiera a mezclar inteligencia con valentía.
La historia del rock, como instrumento social, es tan amplia como reveladora: desde el discurso antirracista de james Brown hasta la protesta fresona de los Credence Clearwater pasando por los esfuerzos de Bob Geldof en el famosísimo proyecto Live Aid de 1985, o bien, las buenas intenciones del festival de Avándaro, en 1971. Recientemente, más de quince actos musicales se reunieron en la televisión norteamencana con el objetivo de colaborar en la recolección de dinero para los afectados por el tsunami en el sur de Asia. Madonna. Lenny Kravitz. Sheryl Crow. Eric Clapton. Elton john y varios más lograron sacudir esa fibra de los seres humanos que la mayor parte del tiempo permanece dormida. Y es que si bien dicen por ahí que la música calma a las fieras, también las invita a salir de la cama. Y a trabajar en los campos de tabaco. Y a ser tomadas en cuenta. El rock despierta. Y Despertarse rockea
“La música puede salvar a las personas, pero no en el sentido*3 comercial en el que existe tanta contaminación”
Bob Dylan
